En la Catedral de Puebla de los Ángeles, Méjico, en la fiesta de San José, Mons. Tomás López Durán, obispo auxiliar de la Arquidiócesis, ordenó a tres profesos perpetuos de los Siervos de Jesús, dos como presbíteros y uno como diácono. El próximo agosto, Dios mediante, serán ordenados presbíteros otros dos diáconos de nuestra comunidad, y en diciembre uno más.
Así, con el favor de Dios, tendremos en este año 2019 cinco nuevos sacerdotes para el servicio de la Iglesia. Benedicto XVI expresaba así la vida de servicio del consagrado: «Los presbíteros y los religiosos están llamados a darse de modo incondicional al Pueblo de Dios, en un servicio de amor al Evangelio y a la Iglesia, un servicio a aquella firme esperanza que solo la apertura al horizonte de Dios puede dar».
El rito de la ordenación, que preside siempre un obispo, es uno de los más antiguos de la Iglesia Católica y se realiza dentro de la Misa.
Empieza cuando son llamados por nombre los candidatos, que responden: aquí estoy para hacer tu voluntad. Después se postran en el suelo en señal de humildad y de súplica, mientras los presentes se arrodillan y cantan la Letanía de los Santos. Siguen las demás partes del sacramento para recibir el orden: la imposición de manos, la oración de consagración, la unción de las manos con el crisma para los presbíteros y la entrega del Libro de los Evangelios al diácono. Leer más